A través del tiempo
Solo a través del tiempo comprendemos lo que somos,
lo que tenemos, lo que amamos, lo que añoramos…
Solo a través del tiempo es donde
vemos incluso aquello que no queremos.
Con el paso del tiempo vamos arrojando los fusiles,
enterrando los rencores, gritando la vergüenzas,
denunciando todas las miserias,
también las que fueron nuestras.
Con el paso del tiempo
otros ciegos nos acompañan,
auténticos desconocidos,
tantas veces deportados y alejados
condenados a sufrir por delitos no cometidos;
corazones que prestaron - pobres engañados-,
sus cuerpos y sus almas como moneda de cambio,
al servicio infame y ruin de viles intereses
inconfesables que también hicieron vidas,
vidas como esta que muchas veces pensé, no era la mía.
Con el paso de tiempo, pena y tristeza, dejamos partir;
y en ese devenir, la paz, el silencio, la luz, la calma…
despacio, sin llamar ni pedir, nos va llenando otra vez
de todo lo que un día, ya lejano y casi olvidado fuimos.
El paso del tiempo nos devuelve el equipaje robado,
la lágrima derramada, el dolor arrancado;
nos reconforta de aquella injusta derrota,
nos devuelve la sonrisa y nos exige la justicia.
El paso del tiempo nos recuerda lo que somos,
nos obliga a volver a mirar y en esa mirada,
seguramente a perdonar…
nos enseña a comprender y nos permite cambiar.
El paso del tiempo, el que nos vuelve canos,
torpes en nuestro caminar y parcos en el hablar,
el que pensamos nos arrincona
sin comprender ni aceptar que nos elige;
el que nos aleja y separa de los nuestros
sin entender que empieza a unirnos a los que
de verdad lo fueron.
El paso de tiempo,
ingrato y cruel pensarás, amigo,
sin entender que es el único que nos defiende y justifica
del odio, del egoísmo…
de tanta indiferencia;
el paso del tiempo nos va presentando
en el espejo del camino,
ese peregrino que mirando al cielo
se sigue preguntando porqué.
A través del tiempo, asomados,
mirando hacia dentro,
vamos hablando con los ojos,
sintiendo con el alma,
y pidiendo… con las lágrimas.
© (jpellicer)
Incluido en el proyecto literario “Sueños del Alma”