Maldita mediocridad

Escrito por Andrés Hernández Martinez. 31 de julio de 2016, domingo.

O mediocridad maldita. Decía Píndaro que no hay merito mayor que aprovechar la oportunidad sobre todas las cosas, y sin duda, el mérito de Segado junior y su sequito, comandado desde las bambalinas por Ayala es de notable jactación y goza de una ostentación casi insultante, peyorativa claro. Aquí, mi amigo el Sémola, diría que es un “aprovechao” y sin duda lo es, pero sobre todo la marioneta de viejunos como Ayala, Alonso, entre una larga lista de momias políticas, rancias y arcaicas y los jovenos y jovenas, rescatados de las colas del paro algunos, y otras, las menos, adoctrinadas en la corte del virrey Valcárcel, ya venido a menos, de la condesa do Miño, Pilar o el delfín Sánchez a la sazón Marqués de Cantora y conocido por las muchas causas judiciales acumuladas en su CV, sobreseídas pero numerosas y por su esperada y pronta salida del gobierno. Así, con aire de frescura y desvergüenza, pero de fachada para aferra.

Aparentando, algo que en CT se da bien, se nos da bien. En un abarrotado espacio abierto, por donde hace aguas la prostituta de Murcia como dice nuestro “singular” alcalde de fortuna, nos ofrecieron un acto basado en el guion permanente y antiguo de este partido popular en Cartagena. Más de lo mismo, los mimos perros con los mismos collares, las misma frases demagógicas, vacías y llenas de artificio, asépticas, de plastilina. Las mismas familias gobernando el cortijo y lo que es peor, la misma ineptitud política demostrada.

El nuevo presidente. ¿Quién es Segado júnior?, una sombra de la vieja filosofía del PP del siglo XX, nació políticamente a la derecha de su hermano en la gran familia “popular”, buena gente donde los haya, sin duda alguna, con espalda engrasada y sin estudios medios y superiores acabados que se le conozcan, que no digo yo que no los tenga.  Aglutinó las maravillas, agasajos y favores de la entonces súper alcaldesa de Cartagena, y así, sin querer y con más sombras que luces, fue ocupando puestos de relevancia municipales y regionales a la sombra de los fueros de Valcárcel en un principio y de Sánchez ahora, que verbigracia, ocupa un puesto de asesor de Cultura, un currículo profesional alucinante y de vértigo, con dos cojones, esto es refresco y regeneración en el Partido Popular.

Ya tirando de lista quizás, y solo quizás nos podamos encontrar con algún nombre nuevo como la secretaria general, nada parecido a la Barreiro del 95 y las cuatro vicesecretarías o reparto de cromos para felicidad infantil del patio de colegio, que ya huelen, y ni los nombro.

Entre bambalinas y en su juego oscuro, como el de tronos, nuestro sin par súper ex diputado, maneja los hilos operativos del partido como nadie, lo mismo apunta desde la base, que aplaude desde el aforo, que mueve los telones, otro gran político cartagenero que con su esfuerzo de dos décadas en el Congreso ha conseguido malograr el avance de Cartagena, diría que con su pésima actuación que no trabajo, pero para ello debe haber habido actuación y, de hecho, esto no ha sucedido. Eso sí, para los intereses de la capital y del PP regional, sin problemas, y el feedback de su propio interés, claro. Si alguien pierde la memoria hay que recordar las grandes gestiones sobre el AVE, el corredor mediterráneo, el puerto o el aeropuerto de escayola. Lo dicho comendador…, gracias por permitirnos con su gestión poder salir de Cartagena en autovía y no en burro por caminos de cabras dirección Murcia.

¿Quién dijo miedo y que la osadía no existe en la falta de humildad y auto critica del Partido Popular cartagenero? Otra oportunidad perdida de refresco y regeneración tan ansiada. Otra oportunidad despreciada para apartar a populistas oportunistas de la gestión municipal. En fin, ¿tenemos lo que nos merecemos? Quiero pensar que no y no perder la esperanza.

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