¡ Cartagena, querida Cartagena!

Escrito por Antonio Casado Mena. Abogado y econocomista.

Llevo bastante tiempo afirmando que Cartagena necesita recuperar las tradiciones eclipsadas por la pasividad de sus habitantes, y digo eclipsadas por no decir relegadas o suplantadas por no sabemos bien que. Tradiciones como el flamenco o la tauromaquia, que desgraciadamente han caído en el olvido, aunque no por mucho tiempo.

No estoy de acuerdo en la americanización de la sociedad, creo más bien que es un error garrafal y más cuando un país como éste tiene con lo suyo más que suficiente, sino que se lo pregunten a los guiris, a quienes parece encantarle todo lo nuestro. La clave quizá este en ser nosotros mismos y en recuperar a Hispania para salvar a España, quizá así podamos ser la ciudad que fuimos y jamás debimos dejar de ser.

Por fortuna son varios los que tratan de rescatar esas costumbres olvidadas. Hace algo más de un año resurgió la Peña Flamenca Antonio Piñana, con la intención de fomentar y potenciar los cantes de nuestra tierra. Ésta entre sus cuantiosos objetivos, señaló recuperar el Festival de Cante Flamenco, el Concurso de Saetas y enseñar nuestros “palos flamencos” a todos los interesados. Creo que la apuesta fue totalmente acertada.

Además, en el mes de octubre de este año, abrió sus puertas la sala rociera “Tomillo 15”. Un tablao para quitarse el sombrero. Ni tan siquiera la propia Sevilla tiene un local tan espectacular como ese. Su gran apuesta le ha llevado a realizar actuaciones en directo los jueves, viernes y sábados con gran éxito, y en no mucho tiempo parece que lo ampliará a los martes y miércoles para brindar honor a “la cartagenera” y a las “jóvenes promesas”. Aseguro que es todo un lujo poder contar con ellos en nuestra ciudad turística, lo cual agradezco públicamente y de todo corazón a sus promotores.

Curiosamente las Cruces de Mayo han despertado un fervor inusitado entre nuestros congéneres, superando todas las pretensiones imaginadas hasta entonces. La primavera pasada se abarrotaron las calles del centro, demostrando con ello que los cartageneros somos fieles a nuestras tradiciones, aunque a veces seamos perezosos en conservarlas.

Igualmente es merecedor de aplauso nuestra afición a la tauromaquia, ya que resulta paradójico que coexistan el Foro Taurino Cultural y el Club Taurino, pese a no disponer de plaza de lidia. Por eso desde aquí hago un llamamiento a toda la ciudadanía para que sigan apostando por su Cartagena querida. No debemos cerrar la puerta a la creación de nuevos proyectos como la construcción de la nueva plaza de toros o centro de usos múltiples. Imaginar lo contario sería un error de libro.

Por último, para esta Semana Santa me gustaría pedir a la Junta de Cofradías que hagan un hueco para la Saeta; sería realmente espectacular contemplar de nuevo como los cartageneros rezamos cantando, en modo solemne y breve a lo divino, como antaño lo hicieron nuestros antepasados.

Espero que tengan en cuenta mis palabras y que éste rincón del sureste goce de todos los privilegios que se merece.

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