¿Es Podemos el partido del 15M?

Escrito por José Ángel Sánchez. 17 de mayo de 2016, martes.

José Ángel Sánchez es portavoz de DRY Cartagena 2011-14 e integrante del Consejo Ciudadano de Podemos Cartagena. 17-5-2016



Mucho se ha hablado y escrito de la relación de Podemos con el 15M, debate que se ha visto reavivado ante la convocatoria electoral del 26J y el 5º aniversario del 15M. No son pocos los sectores que desde dentro y fuera de Podemos se han referido a este partido como la herencia del 15M, como una especie de brazo político del mismo para llevar su presencia y su voz a las instituciones, lo que nos lleva a la pregunta que encabeza este artículo ¿Es Podemos el partido del 15M?

A los cinco años de la acampada de Sol y tras dos años de andadura de un partido que ya cuenta con una nutrida representación en las instituciones, la respuesta es clara: Podemos no es el partido del 15M, ni siquiera puede afirmarse que su génesis fuera consecuencia del mismo, sino de una confluencia de diversos factores. Aunque si es cierto sin embargo que sin el movimiento iniciado en mayo del 2011, y el apoyo de un importante sector del mundo activista que lo impulsó, la actual situación no hubiera sido posible, como tampoco la ruptura del bipartidismo que empezó a gestarse aún antes del 15M.

Más allá de la propia idisincrasia apartidista que caracteriza al movimiento, y centrándonos exclusivamente en la metodología, estructura de toma de decisiones, y reivindicaciones básicas, encontramos profundas diferencias:

Desde los diversos colectivos integrados y surgidos del movimiento quincemayista, la búsqueda e implementación de mecanismos de democracia participativa directa, con toma horizontal y asamblearia de decisiones, era y es una de sus principales aspiraciones, como también lo es la ausencia de líderes y jerarquías verticales, aparte de las necesarias portavocías rotatorias designadas por el colectivo. Obviando el mayor o menor grado de concordancia en los fines programáticos, el funcionamiento interno de Podemos está muy lejos de ese modelo, y desde Vista Alegre se ha ido consolidando una estructura cada vez más jerárquica.

Del mismo modo, desde el 15M se persigue un cambio radical del sistema socio político imperante, con la apertura de un nuevo proceso constituyente, organizado colectivamente desde abajo, más que la revisión del marco constitucional y legal defendido por Podemos,

Resulta evidente que el crecimiento de Podemos y sus expectativas ha ido parejo a la disminución de las protestas en la calle, generándose en muchos casos dentro del partido estructuras reducidas de poder muy alejadas de los principios inspiradores del 15M y del propio Podemos en sus inicios.

Ante las esperanzadoras perspectivas electorales generadas por la confluencia con IU que ha desembocado en la coalición Unidos Podemos, se abren nuevos y estimulantes retos, tanto para Podemos como para los movimientos sociales herederos del 15M. Para los primeros, aprobar su asignatura pendiente, abriendo su estructura participativa y de toma de decisiones, y regresando al modelo asambleario que le dotó de la fuerza, pujanza y consistencia que pronto podría perderse de cerrarse ese camino, con independencia del éxito electoral que a corto plazo pudiera obtenerse. Para los segundos, reforzar sus lazos de coordinación, su independencia y estructura apartidista, y su capacidad de movilización, como únicos garantes de que la voz y las reivindicaciones de la calles sean escuchadas desde las instituciones, con independencia de quienes las ocupen.

Vivimos momentos históricos, momentos de un cambio tan necesario como frágil, porque sólo la consolidación del doble pilar social e institucional permitirá un cambio verdaderamente revolucionario, y no un retoque cosmético de un sistema y un modelo socio-político y económico corrupto y agotado.

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