'Apología del… agua'

Escrito por Carlos León Roch. Médico colegiado. 8 de marzo de 2020, domingo.

Los más 'viejos del lugar' comentan que en 1944 (yo ya había nacido) no había agua corriente en Cartagena, por entonces ya importantísima comarca  militar, industrial y minera… “El agua inglesa” y otros pequeños pozos  eran los encargados de aliviar la sed de sus habitantes…mientras los campos se resecaban con la pertinaz sequía.

Tras fallidos proyectos de siglos anteriores, fue en 1932 cuando, impulsado por Indalecio Prieto, ministro de la II República se confeccionó el proyecto de creación de un acueducto que transportara agua del río Taibilla a la Base Naval de Cartagena. La Guerra Civil interrumpidos  los trabajos; reiniciados tras ella y culminados en 1945, con la inauguración de la bella y actual fuente de la Alameda de San Antón. ¡El agua  por fin abastecía al Arsenal Militar!.

El 'señor' Bastarreche, entonces al mando de la Capitanía General del Mediterráneo, organizó que aquellas aguas vivificadoras fueran compartidas con la ciudadanía; solidaria actitud, posteriormente extendida hasta ¡80 municipios de la Región y de las regiones adyacentes!

Y los campos continuaban resecos…

Hubo que  esperar a 1967 para comenzar los trabajos de otro gran trasvase: el Tajo-Segura , que cambió  el ocre del Campo de Cartagena, y de otros ”ocres” campos, por el verde de la fertilidad. Ingentes trabajos que culminaron en 1978, amparados y protegidos por la Constitución, que proclama la propiedad de los ríos que cursan por más de una Región como de propiedad de todos los españoles.

Ochenta municipios, miles de hectáreas y 2.500.000 españoles de cuatro regiones, disfrutan de esa agua 'de todos'.  

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