'Como siempre, como nunca'

Escrito por Marco Albaladejo Alajarín (*). 14 de agosto de 2023 - LUNES.

* 62 Cante de las Minas: final del concurso

¿Estabas escuchando, Neo? ¿o estabas mirando a la mujer del vestido rojo?”. Permíteme responderte, Morfeo, salvando las diferencias entre tu película, de la cual muchos guardamos un bonito recuerdo (Matrix), y la Final del Concurso del Cante de las Minas. Porque, en efecto, la noche del 12 de agosto de 2023 hizo que todas, absolutamente todas las miradas, se posaran sobre “la mujer de rojo”. Rocío Luna se alzó con la Lámpara Minera, tras una excelente interpretación de mineras, cartageneras, granaínas y seguiriyas, que si bien tenía un ligerísimo margen de mejora (debido a falta de presión por ser candidata única al galardón), fue digna de dicha condecoración, y, consecuentemente, de sumarse a esa gran lista que inauguró Antonio Piñana, y en la que figura también Miguel Poveda, encargado de entregar el trofeo de la Lámpara.

Raúl Pérez obtuvo el premio Filón, a la interpretación de instrumento flamenco, con una taranta llena de matices y en la que dejó entrever muestras de otros estilos como ritmos latinos o breves espacios de jazz en algunos contratiempos o secciones atemporales.

Respecto a los Desplantes, en su categoría femenina, fue la almeriense Rocío Garrido, cuyo taranto le hizo digna del galardón. Sus zapateos y braceos abrazaron con dicha la esencia del baile, que, de manera similar a su actuación en la semifinal, reflejó en el escenario. Yoel Vargas, por su parte, volvió a mostrar ese depurado estilo, con clavados giros y enfáticos taconeos, que le hicieron merecedor de la categoría masculina del Desplante.

Por último, y para sorpresa de muchos, Juan Luis Campos “El Poti” se alzaba con el Bordón, distinción propia de la guitarra flamenca. En un duelo musical en que Juan Antonio López Moya, favorito al premio, se desenvolvió por tarantas y farrucas, con un sonido envolvente y una fuerza en el toque digna de admiración, Juan Luis “Poti” se llevaba la palma por tarantas y soleá, en una actuación que brilló por su virtuosismo y la creación a un nivel más profundo de ambientes y sensaciones varias.

Con estas letras, acaba mi andadura en el contexto del Cante de las Minas en su edición de 2023. Una edición con sus luces y sus sombras, aunque, sobre todo, con un espíritu nuevo. Un espíritu, que, además, se renueva cada vez que toca a la puerta la llamada del flamenco. Por supuesto, no es un adiós, y más que nunca, es un “hola”, y hasta pronto. Me despediré con una pequeña copla: “Al pie del Mercado se escucha, una voz susurrante. Grita apenada, pesante, y con los ojos en llanto y marchante, recita los mejores versos, de los Cantes del Levante”. Muchas gracias, y hasta pronto.
 

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