¡Y sólo es el primer paso!
Sí, sí, sí… Esta vez, sí. La historia tenía una deuda con el fútbol cartagenero y, sin que sirva de precedente, hubo final feliz para un momento crucial, lo que es muy escaso, pues es la cuarta vez que se produce en más de medio siglo. El gol de José Luis, el ‘gol de Carmona’ que marcó Juan Pablo… y la mano de Marc Martínez. Sin embargo, a este ascenso lo que hay que ponerle es la marca de la ‘doble B’ (Belmonte-Breis), que encima, con la tranquilidad que siempre lucen, proclaman que sólo es “un primer paso”.
Francisco Belmonte y Manuel Sánchez-Breis tienen la doble nacionalidad. Son murcianos de cuna y de corazón y cartageneros de adopción, y han ofrecido más ‘hechos’ por Cartagena y su fútbol que muchos ‘bocazas’ cartageneros de pura cepa. Forjados en el periodismo, llegaron hace cinco años para ofrecer un ejemplo de (buena) gestión administrativa y económica cuyo resultado deportivo nunca estaba a la misma altura. Conocieron al gafe del fútbol cartagenero y no se vinieron abajo. Sobriedad y seguridad sustentadas en el pilar del trabajo. Ahora, por fin, tienen recompensa, pero resulta que no es el ‘gordo’, en absoluto, es un segundo o tercer premio. Anoche, en la brillante entrevista que ambos se hicieron ante las cámaras de la televisión autonómica, sueltan que sólo es un primer paso. Y lo hacen con la misma seguridad y pausa en sus palabras (nada de euforias) que cuando llegaban los cueles ‘palos’ del fracaso deportivo. Parece que esta bomba que es el FC Cartagena tiene ‘mecha’ antes de explotar.
Y todo tras un partido muy emocionante, de mucha tensión, de temores e ilusiones y de escaso fútbol. ¡Y qué más da! Lo que cuenta es el resultado final. El fútbol es una sucesión de emociones diferentes para el ser humano (por eso engancha tanto) en el que el último sorbo es el más intenso. ¡Aúpa!
Y hubo una pequeña celebración. La mayoría de los presentes lució mascarillas pero no faltaron los que no llevaban ‘bozal’ (en estos casos hay que nombrarlo así). Egoistas y gilipollas siempre existirán. Ni un ascenso como éste les activa la masa gris. Por cierto, que feo eran los insultos a la afición del Real Murcia. La rivalidad debe ser sana y no hay que confundir el centralismo administrativo murciano con la gente de esa tierra. Además, con esos comentarios se siguen reflejando que no es rivalidad, sino obsesión hacia Murcia y por ahí no se va bien. El FC Cartagena debe tener su propio camino sin estar mirando más allá y el día que toque tener enfrente al equipo grana, pues olé rivalidad deportiva.
Para la mayoría de los que ayer salieron a la calle para celebrar el gran salto albingro sí hay que elogiar cómo desarrollaron esa expresión de alegría. Gracias a estos últimos parece viable ahora hacer algo más, como, según escuché, un paseo en autóbus descubierto con responsabilidad.
Un servidor vivió los ascensos de 1981 y de 2009. Ahora llega el siguiente de algo tan escaso que por eso se saborea tanto. Hay ‘equipos ascensores’ que están subiendo y bajando de categoría continuamente. El FC Cartagena, sin embargo, casi siempre se encontraba el ascenso averiado. Ahora lo ha cogido y ahora tiene ante sí un futuro ‘ferpecto’.