El cuento de la lechera

Escrito por Andrés Hernández Martínez. 12 de noviembre de 2016, sábado..

Basándome en tan noble e infantil fábula, con una moraleja presente y nada infantil, esta fábula enseña a los niños que quien mucho quiere puede quedarse sin nada y eso les pasa también a los tontos mayores, incrédulos y petulantes, pero éstos, más mundanos, hipócritas y ciegos, ignoran el fabuloso refranero de cuentos por conservador y retrogrado. Lo que impera hoy son las historias de manga, juego de tronos y demás fascinantes frustraciones hechas ideología, eso sí, de la más pura fantasía.

 

Algo así ha sido el traspiés de Podemos y demás seres inertes de la política española en este último año, mucho acaramelaban y poco azucaraban, lo cierto es que alguien con altas miras y sentido de Estado con mayúsculas, alejándose del negativo egoísmo y de la vanidad más profunda en la que se había ahorcado el PSOE con Pedro Sánchez, ha facilitado la salida del callejón oscuro político, de la encrucijada malversada por intereses sombríos del 15 M y de las rufianadas políticas de los separatistas catalanes, un tambalillo de feriante destrozado, una farsa descubierta y un teatro de lo absurdo reventado, así  y ahora, los ya partidarios de cuartelillo pendenciero radical, empiezan a pasear por el Congreso su particular frustración tras la fábula del cántaro roto, aunque estos con las espaldas económicamente cubiertas a costa de los protagonistas de 15 M.

 

La Puerta de los Leones, por fin, se abrirá para dar paso a una nueva legislatura que creo, y no temo, no será tan corta como los mecenas de la chabacanería imaginan, una legislatura que si bien, se alejará de los imperativos dictatoriales de nuestra democracia, que los hay y los facilita la mayoría absoluta, ésta, aquí y ahora, se presenta como una gran oportunidad de mejora, análisis de los posibles riesgos y el aprendizaje, sobre todo la pedagogía y el dialogo. Ahora toca, por un lado, pilotar una nave con la cadencia de los valores y las formas más patriotas, y por otro lado soportar a los voceros que quieren salirse de la foto por protagonismo pueril, haciendo apología de su frustración por perdedores, podemitas y separatistas decadentes, entre otros. Envolverse en la fracasada tricolor para enjugar los falsos idearios en un arruinado juicio partidario de valores, no es más que un síntoma de la decadencia, la vieja y la nueva, la decadencia en la izquierda radical, en los comunistas de acervo, no tiene pasado ni futuro, simplemente nació como interesada y caduca la filosofía,  y de estos lodos, el país que no se ha arruinado producto del comunismo, se ha convertido en autocracias dictatoriales y severas, y en algún caso en mafias legislativas, bananeras y frívolas, y esto son hechos, no opiniones.

 

La nueva legislatura promete irreverencias, malos modos, trapicheos emocionales y, en definitiva, un manoseo de la frustración, mientras se conjugan las deslealtades y los juicios paralelos en las entretelas de los insolentes, de los perdedores. yo no creo que el socialista de conciencia se desmarque del PSOE, al contrario, ya que son el futuro y la necesaria alternancia.  El sorpaso del CIS, de los analistas de pedigrí, es una milonga en papel cuche, pasó aquí, y ahora en EEUU y la Trumpada del análisis político, que puede valer para que alguno se haga un disfraz de filólogo en papel pinocho ignorando lo evidente. Existe el efecto dominó que supone el anhelado mensaje de velar por la protección en primera persona y alejarse de los falsos fuegos de artificio que supone el discurso trivial de la solidaridad, manipulada y reinventada a cuenta de demagogos intereses, pero nada más, eso llegará, los ciclos varían con la frecuencia y temo que algunos han sintonizado tarde. Ahora miramos a EEUU acojonados, Italia tuvo a su Berlusconi, Francia a Sarkozy, incluso aquí a Zapatero, dos legislaturas de cubito supino jodiéndonos a todos. Tenemos en la piel de toro alcaldes y alcaldesas que merecerían un cetro de esparto, la Carmena y la Colau pueden ser referencias directas de la mediocridad política más profunda española en ciudades destacadas, y eso sin mencionar los paletos más locales, y no pasa nada.

 

Si ya en el Congreso Español crecía la nariz, ahora va a ser difícil manejarse entre tanta señoría de pancarta y camiseta. Eso sí, con irreverentes sueldazos y privilegios a los que no renuncian. Mensaje y moraleja; por mucha coleta, por mucha camiseta arrugada y sucia, y por mucha verborrea de mercadillo complutense, lamentablemente son iguales de piratas que los que atacan, son parte de esa casta corrupta que denunciaban, y a los hechos me he remitido, me remito y me remitiré, pues han dado, dan y seguirán dando envidiosos argumentos de trasnochados aspirantes a burgueses disfrazados de progres de plazoleta que viven de sus propias mentiras. “Cuando las ideas no te dejan ver la realidad, no son ideas, son mentiras”.

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