Un sistema podrido con héroes de plástico

Escrito por Andrés Hernández. 12 de abril de 2018, jueves.

“Derribar y destruir es muy fácil. Los héroes son aquellos que construyen y que trabajan por la paz”. Nelson Mandela. Nadie podía decir que Mandela hablara de la democracia española cuando sentenciaba sobre la corrupción y la falta de héroes honrados y honestos en la política española, pero por alusiones parecía tenernos en la mente. Un sistema democrático enfermo y podrido gracias a sus héroes de plástico, no puede más que con el impulso de los honrados sufridores pagadores de impuestos y trabajadores, no puede mantener a tanto sinvergüenza en los puestos políticos. Este país está enfermo porque su sistema de gobierno, por cobardía, ineptitud y falsa sensatez está enfermo, y lo está, porque debería de salvaguardar y proteger los derechos de los españoles, el bienestar social español y no mirarse el ombligo con justificaciones permanentes para mantenerse en las poltronas.


Un país que está más pendiente de un partido de fútbol, o de las tiranteces de la familia real, que, de los derechos extirpados secesionistas de los independentistas catalanes que impone un descafeinado por sumiso  paréntesis constitucional disfrazado de artículo 155 como un cómic surrealista pero contrario a las inquietudes del resto de la nación española, o del juicio por el mayor robo institucional de la historia de España llevado a cabo por los miembros del PSOE en Andalucía como es el caso de los ERES, con 800 millones de euros robados, está enfermo.


Un país que no reconoce todavía la envidia arcaica que suscita en el resto de Europa, la animadversión y el odio de nuestros vecinos hacia un país que era sano, alegre y honesto como el español. Un país que permite la injerencia extranjera en su ciclo vital, subyugándose judicial y políticamente a la mediocridad que estados como el belga, el suizo o el alemán, este último, además, siendo tan totalitario que no permite partidos políticos independentistas, dando asilo a los huidos como en su más nefasto ideario tardo fascista con ADN de Reich,  un país que ajustició en la sombra a la banda terrorista Baader-Meinhof, un país vitoreando y apoyando a delincuentes secesionistas hoy, insurrectos, subversivos y sobre todo cuatreros más que ladrones, éstos sin uniforme, pero igual de delincuentes y hienas canallas disfrazando de política la insurrección por la segregación de un territorio, éste, es un país enfermo.


Un país que permite en una somera deslealtad a sus ciudadanos, que la inmigración ilegal, delincuentes de libro y tipificado en el código penal, tengan más derechos y remuneración que los propios españoles legales y pagadores de impuestos, todo por un falso y cobarde espíritu de solidaridad mal interpretada y manejada como arma por la izquierda totalitaria que con facilidad derriban y destruyen, está degradando el sentimiento nacional y es, porque está enfermo.


Un país abrazado en sus instituciones por una generación de políticos inepta y desleal donde, su único objetivo es económico en detrimento de los derechos de los pensionistas, autónomos y trabajadores, que al fin y al cabo han sustentado y sustentan el propio progreso del mismo, actúa con un sistema sectario y adulterado. Un país con políticos embusteros y mediocres. “Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti”. Friedrich Wilhelm Nietzsche
Un país que se centra en una mierda de máster, producto de la corrupción de la titulación universitaria donde se humilla el propio grado universitario y es el sumun del propio sistema universitario español, corrompido dentro del falso progresismo educativo y de la nociva europeización de nuestro sistema educativo, establecido éste, en una negocio oscuro, máxime, cuando los acusadores, sean podemitas con historia de corrupción universitaria con títulos y becas progresistas regalados, sean sociatas sin títulos ni gracejos intelectuales más que los de su falsedades, falsas cátedras, falsas becas pagadas a podemitas, falsos doctorados realizados en ministerios de fortuna como el de Industria –dicho por el exministro socialista  Sebastian- e incluso, falsas titulaciones, no nos olvidemos que fue la banda de Pedro Sánchez quien se inventó lo de cursando estudios y sus doctorados…, para homologar mediáticamente carreras universitarias, sin contar las falsas licenciaturas otorgadas por la Universidad del Pais Vasco a asesinos terroristas en los que ningún abrazafarolas de la izquierda progresista y cantamañanas de la formación naranja con ansias de protagonismo han entrado, lo dicho por Groucho, es mejor parecer tonto y estar callado que hablar y despejar dudas….


Un país donde, producto de la mal llamada libertad de expresión se permita que elementos del ente político con actas de senador, diputado o concejal defiendan a asesinos, asesinas y terroristas en clara apología de la antipatía hacia el honrado español, es un país enfermo porqué le falta el respeto permanentemente al honrado ciudadano.


Un país sin héroes, solo muñecos de plástico, con oportunistas de saldo de mercadillo ocupando presidencias institucionales, senados y congresos, consejerías y concejalías, un país con alcaldes pseudo delincuentes haciendo de su capa un sayo y pasándose las normas por el forro en un claro ejemplo de “nepotismo ilustrado”. Un país con los juzgados llenos de políticos corruptos, un país donde la dictadura mediática de los grandes imperios de la comunicación, haciendo uso del desafío económico soportado por los grandes bancos, corrupto, putrefacto y corrompido marcan las líneas de actuación, es un país enfermo.
Y me despido citando al cartagenero y académico Perez Reverte con el que me unen trazos de pensamiento. “Porque somos un país de gilipollas gobernado desde hace siglos por mediocres, analfabetos y acomplejados. ¿Te parece que lo he dicho lo bastante claro?”, o lo que es lo mismo, un sistema podrido con héroes de plástico.

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