Una jornada triste en la Cofradía del Resucitado

Escrito por Rogelio Abad. Cronista Oficial de la Cofradía del Resucitado.

El Domingo de Resurrección todos los cofrades del Resucitado vivimos la jornada mas amarga de nuestro año procesionil, con la suspensión de nuestra procesión. Todas nuestras ilusiones acumuladas y 'nuestro gozo en un pozo'.

La junta de mesa y la rectora, junto con el Comité de Riesgos, tenían su cuartel general establecido en la sacristía de la iglesia de Santa María. Donde desde las 6 de la mañana, nuestro hermano mayor al frente del grupo citado estaba en contacto con el servicio metereológico siguiendo la evolución del tiempo.

Sobre las 10 horas había dejado de llover, y todo apuntaba a la salida aunque se variaría su recorrido para reducir la duración suprimiéndose el paso de la calle Canales, abriéndose una vía por la Calle de Santa Florentina, sobre las once de la mañana

Pero acto seguido, nuestro hermano mayor tras celebrar una reunión con los presidentes de la agrupaciones, tras pedir una nueva información climática fue informado y nos dio traslado de que se iba a producir una leve salida de sol de unos 45 minutos para luego seguir lloviendo todo el día. Ante esta perspectiva, y debidamente consultado con la mesa de la cofradía, como es su costumbre en cualquier toma de decisiones suyas por insignificante que sea, se decidió no sacar la procesión a la calle. Habiéndose sopesado todos los riegos habidos y por haber, tanto en vestuario (a pesar de que se advertiría dar la vuelta a las capas por los bordados), tronos con el peligro de filtraciones en las volutas, hojas de acanto y mandarlas, y que decir de las imágenes a pesar de ir cubiertas con plásticos. A este respecto hay que añadir que las policromías y bicromías están concebidas por sus autores para una mañana primaveral de sol mediterráneo.

Pero el verdadero dilema se presentó cuando nos encontramos con el interior de Santa María de Gracia a rebosar. Allí los cofrades blancos se expresaban de diferentes formas y daban su particular sentido a la situación. Cuando nos encontramos a un Tomás Martínez Pagan, el hombre de empresa que en su quehacer diario se tiene que enfrentar con situaciones difíciles; visiblemente emocionado decir que no salía la procesión (en algunos momentos llorando), al igual que otros miembros del equipo muy cercanos a él, ante unos ansiosos cofrades que veían disuelta su ilusión y su 'gozo en un pozo', bien por el espíritu de superación manifiesto en las mejoras emprendidas año tras año.

Tener que despedir dando las gracias a nuestros invitados, tanto civiles y militares que nos honraban con su participación en nuestra Procesión.

Una nota pintoresca la pusieron los portapasos de nuestras Agrupaciones levantando los tronos en la Iglesia Otra nota a destacar el ofrecimiento de nuestro ayuntamiento, en la persona de nuestra alcaldesa, de ir eliminando todos los charcos por las brigadas correspondientes.

Lo que sí se llevó a cabo, sobre las 11.45 fue el encuentro de nuestra Virgen del Amor Hermoso con el Cristo Resucitado, viniendo esta por toda la calle del Aire a paso legionario, cumpliendo nuestra tradición desde hace 14 años. Se procedió al canto de la Salve, este año si cabe mas emotivo, pues se veían en muchas mejillas aflorar las lagrimas y los llantos

Una nota colorista, dentro de los nubarrones. Primero fue la escuadra del piquete rindiendo honores a nuestra Virgen y el posterior desfile del piquete a paso legionario interpretando la marcha adaptada para este paso de la que interpreta la Unidad de Regulares 54 de Ceuta (lo que le tira la patria a nuestro querido maestro de banda). La escuadra del piquete le rindió los honores de ordenanza con el mosquetón.

Eso sí, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado puso, como siempre, el broche de oro a nuestra Semana Santa no con el esplendor de siempre.

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