HISTORIAS DE ALUMBRES VIII: El Secante (II parte)

Escrito por Francisco Atanasio Hernández, alumbreño e historiador. Viernes, 14 de septiembre de 2012.

Antes que nada una aclaración, el Minerva es el equipo más antiguo de los clubes registrados de Alumbres y el de mayor duración, pues desde su fundación en 1924, el Minerva viene siendo el sello de identidad futbolística de nuestro pueblo, pero el más antiguo conocido es el Club de Football Alumbres cuya aparición data de 1909 en las reuniones previas a la constitución de la Federación Española de Fútbol.

Del nacimiento de La Salle Minerva a finales de la década de los ´70

Más adelante, a principios de la década de los ´70, paralelamente a la fundación de La Salle Minerva, se llevaron a cabo las primeras grandes mejoras de las instalaciones deportivas, se pudo llevar el agua del Taibilla y la electricidad hasta el campo, y los vestuarios se dotaron de agua caliente.

Hasta entonces, antes de marcar el terreno de juego la víspera de los encuentros, se barría el campo con la finalidad de eliminar el chinarro que afloraba de la tierra regularmente, pero era un trabajo inútil, pues cuanto más se barría más chinas salían a la superficie.

A mediados de la misma década se valló el campo y se construyeron las gradas, y fue entonces cuando se empezaron a cobrar las entradas para ver los encuentros de fútbol de los juveniles de La Salle Minerva en Liga Nacional, pues parece ser que los ingresos que se obtenían por medio de las subvenciones, sorteos, y la aportación voluntaria de los aficionados al interior de la bandera que se pasaba en los descansos de cada partido, sumado a las pequeñas ayudas de los escasos patrocinadores eran insuficientes para mantener el impresionante aparato que se iba levantando alrededor del club. En 1977 se cuantificaba en 120 los muchachos que jugaban en los diferentes equipos de Alumbres.

También se ampliaron las instalaciones deportivas en dirección Norte y Este, y se construyó un pequeño campo al lado del reglamentario, que se utilizó tanto para entrenar como para disputar campeonatos de futbito en las Fiestas Patronales. En la actualidad este campo lo utilizan los más pequeños de la Escuela de Fútbol, los prebenjamines.

La década de los ´70, fue el inicio de la etapa más brillante del fútbol alumbreño a nivel nacional, nada menos que 27 años en la cima del fútbol juvenil de la región, y hay que destacar que La Salle Minerva fue el primer equipo de la comarca que participó en la Liga Nacional de Juveniles la de 1976/77 y la de 1977/78. En ese tiempo pasaron por El Secante equipos juveniles de talla nacional como el Real Murcia, Lorca, Córdoba, Elche, Jaén, Calvo Sotelo, Hércules, Sevilla, Almería, Granada, etc.

En 1978 la directiva de L. S. Minerva realizó las gestiones oportunas para que Ginés Morales cediera los terrenos de su propiedad colindantes con El Secante, al otro lado de la vía del tren, por un tiempo de 25 años, y ahí se construyó el viejo polideportivo que entre otras funciones sirvió de lugar de entrenamiento.

Los años ´80

La década de los ´80 está marcada por el purgatorio que hubo que pasar desde 1978, año en que La Salle Minerva descendió de la Liga Nacional hasta 1988, que volvió a ascender, y en esos diez años milita en 1ª Categoría Regional.

Tanto el pequeño Maracaná como el polideportivo serán estadios donde, cada año por las Fiestas de San Roque, se disputen torneos de 24 horas de futbito.

Fue a principios de los años ´80 cuando se construyó la cantina, y tras la pertinente petición a la autoridad municipal, se empezó a utilizar como una fuente más de recursos que ayudara a sufragar los cuantiosos gastos del club en el verano de 1981.

Durante ese tiempo visitaron El Secante los más importantes equipos juveniles de la Región de Murcia, algunos de los cuales alternaban la Liga Regional con la Nacional: Imperial, La Flota, Molinense, Yeclano, Lorca, Cartagena (este ascendió a Liga Nacional en 1981), Repesa, Cieza, Olímpico de Totana, Callosa, Albacete, Kelme, Santomera, Hidrola, Pinatar, Alcantarilla, La Unión, Lumbreras, Naval, Esperanza, Águilas, Mazarrón, Lapuerta, Torre Pacheco, etc.

De 1988 al año 2000

En 1988, La Salle Minerva, volvería a ascender  a la Liga Nacional, y con él se vivió una nueva etapa de gloria del equipo alumbreño.

Los dos primeros años 88/89 y 89/90, en Liga Nacional, la 90/91 en División de Honor y tras descender a la Liga Nacional volver a subir a la siguiente, y permaneció la 92/93 y la 93/94 en la División de Honor, categoría ésta en la que también le cupo el honor de ser el primer equipo de la comarca que participaba en la máxima competición Juvenil Nacional.

En esos años estuvieron en El Secante: R. Madrid (con Raúl como estrella), Español de Barcelona, Mallorca, At. Madrid, R. Murcia, Levante, Valencia, Don Bosco, Castellón, Torrente, R. Zaragoza, Albacete, Elche, Hércules, Granollers, San Gabriel, Cide, Alcalá, R. Vallecano, Moscardó, Leganés, etc.

Fue en esta época cuando se construyeron los actuales vestuarios, en cuya fachada se lucen dos placas conmemorativas, una dedicada a Pedro Rubio Francés, 1º Presidente de La Salle Minerva, y otra en recuerdo a la primera Junta Directiva del club formada por: Pedro Rubio Francés, José Ojados Roca, Francisco Martínez Albaladejo, Antonio Caparrós Morenilla, Francisco Aguilar Moreno, José Cantero Molina, Pedro Caparrós Morenilla, José Conesa Hernández, Francisco Hernández Jiménez, Jesús Ojados Hernández, Francisco Valera Hernández, Ginés Valero Martínez y Simón Villada Cabezos.

En el verano de 2000, después de 27 años de historia, el club desaparecía de Alumbres y luego vendría un penoso período de abandono de las instalaciones, y las malas yerbas ocuparon el terreno de juego y sus alrededores, a la vez que el patrimonio deportivo y cultural de La Salle Minerva se iba perdiendo a pasos agigantados y lo que quedaba se degradaba sin freno por los efectos del agua y el viento.

En 2004 se fundó la Escuela de fútbol de Alumbres y desde entonces el viejo Secante ha vuelto a revitalizarse y a tener la vida que nunca debió perder.

Con motivo del Centenario del Fútbol en Alumbres, el Ayuntamiento de Cartagena construyó una nueva secretaría con almacén y aseos para el público, y también se erigió un monolito frente a la fachada de la secretaría en homenaje a todos los protagonistas del fútbol alumbreño, jugadores,  directivos, técnicos, utilleros, entrenadores y aficionados de todos los tiempos.

También ha sido el Ayuntamiento quien construyó el polideportivo actual, pero no fue un regalo, sino el fruto de la insistencia de quien seguramente no será ni siquiera invitado para la inauguración. El hecho es que los terrenos estaban allí para utilizarlos desde que en mayo de 1991 se suscribió un acuerdo de permuta de terrenos entre la directiva de La Salle Minerva, Eloy Celdrán y el Ayuntamiento de Cartagena, por el que se tendrían que haber construido entonces unas instalaciones deportivas, pero hasta 2005 nadie lo había reclamado. Sin embargo, hoy, hay expertos en apropiarse el fruto del trabajo y el riesgo de los demás, y lo peor es que estos personajes disfrutan de la cobertura de las instituciones, por lo que estoy seguro que ese día, los mismos que entonces miraban para otro lado tendrán el micrófono cerca y mirarán a las cámaras sin ruborizarse.

Con muchas dificultades, pero el fútbol en El Secante, ha aguantado casi un siglo ya, gracias en buena medida a la Sociedad de Fomento y Cultura Minerva, Casino, o como se le quiera llamar, que en los momentos más difíciles, y de más penuria económica, estuvo con él, unas veces gestionándolo directamente, y otras como en la fundación de La Salle Minerva y el desarrollo posterior, porque se implicó en los proyectos deportivos destacando a sus mejores aficionados al fútbol, y lo ha venido manteniendo para orgullo y disfrute del pueblo. A veces, coincidió que el presidente de La Salle Minerva era el mismo que el del Casino, como en el caso concreto de Pedro Rubio Francés y Anastasio Oliver.

Ahora, dentro de unos días, vamos a ver a los niños y jóvenes jugar en El Secante vestido de césped artificial y tenemos que congratularnos de que este campo, casi centenario ya, el más antiguo del Puerto de la Cadena para acá, haya disfrutado de una nueva botella de oxígeno para su continuidad. Aunque posiblemente todavía haya problemas que resolver, porque el que hace de amo y señor de las instalaciones deportivas está dando largas para acordar con la Sociedad Futbol Club Minerva el calendario de partidos y entrenamientos, de manera que hasta ahora no se le ha podido notificar a la Federación en qué campo y a qué hora se van a disputar los encuentros de casa del Campeonato de Segunda Autonómica que empieza el día 23.

Que siga rodando el balón, por favor.

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