Recordando a Juan Montiel Barrancos

Escrito por Rogelio Abad Martínez*. Lunes, 14 de julio de 2014.

El próximo día 27 se cumple un año de tu fallecimiento y parece que fue ayer cuando nos dejaste para marchar junto a tu hija María José hacia la casa del 'padre eterno'.

Viene a mi memoria mi ingreso en el cuerpo de Tropas de Socorro de la Cruz Roja, un año después que mandases el piquete en la procesión marraja del Encuentro, cuando nuestro teniente-coronel Juan Cadenas Usea nos asignó a cargo del teniente Montiel y el teniente Nieto a los dos aspirantes Luis Peralta Catalá y el que esto dice. Cuando el jefe, como le llamábamos los oficiales, se refirió a tu persona, como un hombre de empresa y en función de la actividad de ella tenías que ser muy enérgico y por supuesto acostumbrado a organizar y a dirigir, a la vez que nos indicaba que eras  amante de la filatelia y de las colecciones. En mi caso no me supuso trabajo adaptarme a tu persona y carácter, durante el periodo de prácticas, y eso se debía sencillamente a mi condición de  funcionario; y de todos es sabido que estamos hechos para adaptarnos a las circunstancias del momento.

Siguiendo la línea de recuerdos felices, los vividos contigo en los servicios y con Paco Montiel, sobre todo el día de nuestra Patrona, toda una institución, persona muy querida y respetada en nuestra patria chica y especialmente en 'La Isla', los desaparecidos Teatro Principal (con sus espectáculos y atracciones), El Copo Cartagena Parque (con sus veladas de lucha libre americana) y por no entrar a trapo con nuestra recordada plaza de toros.

Pero amigo Juan, estos son tiempos que no volverán, como los vividos en tu compañía en los puestos de socorro de San Ginés de la Jara y El Sabinar, que con pocos medios muchas canículas veraniegas con nuestra gorra ropa de campaña y correaje allí estábamos fieles a nuestra cita sin faltar domingo tras domingo. Pero ahí, amigo Juan, teníamos ese motor impulsor que era nuestro amor por la Cruz Roja, donde estuviste dedicado en cuerpo y alma, lo que te llevó a la concesión de nuestra máxima distinción, la Medalla de Oro, que te fue impuesta en nuestro Palacio Municipal, y luego, con el devenir de los tiempos, llegaste a ser presidente de nuestra asamblea local. No me queda que desearte que goces de un buen lugar que bien  tienes merecido en la 'patria celestial'.

 

* Oficial II (Teniente) en el desaparecido Cuerpo de Socorro de la Cruz Roja Española

Imprimir

powered by social2s