'La cenicienta de Cartagena'

Escrito por Vicente Antonio Peña Manotas. 4 de marzo de 2023-SÁBADO.

'En un lugar de Cartagena de cuyo nombre no quiero acordarme…'. Así podría empezar uno de los artículos de algún cronista de Cartagena, pues tan olvidados nos sentimos los vecinos de Santa Lucía, Los Mateos y Lo Campano, que pensamos que las instituciones al servicio de los ciudadanos nos tienen infravalorados de manera deliberada.

No nos gustaría con esto dar a entender que Santa Lucía se merece más que el resto de los barrios de esta ciudad. Pero teniendo en cuenta que las características que hacen de nuestra ciudad un atractivo turístico son su puerto, sus montes fortificados y su arqueología, quizás no estaría mal tener más en consideración a esa pequeña aldea al lado del centro de la ciudad que dispone de fortificación, puerto y arqueología, esa hermana pequeña de Cartagena a la que sus papás políticos no le hacen ni el más mínimo caso, en una suerte de cenicienta que todos en Cartagena saben que cuando un día la vistan de gala será protagonista del baile.


   
Un cambio radical

Pues bien, en este punto nos queremos parar e imaginar. Estamos viendo como hasta que no se ha roto el traje por todas partes no se ha comprado uno nuevo y me refiero con esto a la puntilla que significó la caída de los jardinillos de la Plaza Molina.

El nuevo “look” trata de: Una remodelación de dicha plaza junto con una renovación del asfalto de las calles de la zona más deteriorada del núcleo urbano, unos puntos de información turística, un aula de estudio y la remodelación del campo de futbol del barrio. Después de tanto parche en el asfalto no está mal… dirán algunos desde la distancia.

Pues la gestión del ayuntamiento tanto con el campo de futbol como de la puesta en marcha del aula de estudio es algo positivo en donde la A.VV con su presidente al frente ha tenido mucho que ver, y donde los políticos han sabido salvar en el último momento de legislatura lo poco que se había hecho en estos cuatro años. Digamos que se le ha pintado las uñas y peinado el pelo. Pero los zapatos y el vestido…


Con chanclas y a lo loco

Pues bien, aquí es donde la mamá y el papá político no han sabido ejercer bien sus funciones.

En primer lugar: Las calles han sido asfaltadas cuando lo que se necesitaba es que se hubiera elaborado un Plan Especial Urbanístico en el que se pusiera especial énfasis en la adaptación de las calles a las personas con movilidad reducida, transformándolas en peatonales como ha sucedido en tanto otros lugares donde por falta de espacio la acera quedaba totalmente fuera de la normativa. Dicha normativa está sujeta a leyes comunes a la Unión Europea, donde claramente se dice que en los lugares donde la normativa no pueda ser garantizada se hará todo lo posible por mejorar la accesibilidad universal. Pues bien, los técnicos (por falta de decisión) y los políticos (por falta de voluntad) han debido pensar que “hacer todo lo posible” es dejarlo igual con una capa de asfalto bien negro para que se vea como nuevo (Pero sin las líneas amarillas correspondientes ¡PA QUE VAMOH A SEÑALIZAH NAH!).

Bueno pues siguiendo con la alegoría del traje de cenicienta diremos que esto son los zapatos, esto es lo que vamos a llevar puesto para andar, en vez de unos zapatos concordantes con el momento, pues unas chanclas de la playa, pero nuevas.


El vestido

En segundo lugar: La remodelación de la Plaza Molina, la de la barca o los jardinillos, que es también por donde pasa la rambla. Durante los últimos años ha ido desmoronándose y cada vez más a menudo se repiten las inundaciones, ello es debido al mal estado de los fondos, lo que produce que el caudal que puede recoger se vea mermado. Como se entenderá, debemos de estar prevenidos y saber que cualquier cosa que ocurra es sólo dejadez, negligencia política y técnica.

Desde la A.VV de Santa Lucía se pidió que la plaza se remodelase contrastando con los técnicos pertinentes sobre el estado estructural de la rambla, y puesto que se ha iniciado la remodelación, entendemos que deben tener la seguridad suficiente. Ahora bien, una vez iniciadas las obras, tras una serie de reivindicaciones vecinales, estamos viendo los resultados, y es aquí donde a los vecinos que les gusta que las cosas cumplan parámetros funcionales y estéticos deben de estar llevándose las manos a la cabeza. ¿Qué forma tiene esta plaza? -Se preguntan entre ellos- Donde antes había un paseo con jardinillos y dos carreteras a los lados, ahora sólo hay una carretera y por un lado un tramo de la plaza se extiende hasta las viviendas ensanchándola, mientras el otro tramo de plaza, que también debía haberse ensanchado, se estrecha, al haber dejado un pedazo de la carretera que había antes.

Este sinsentido se debe a la falta de implicación de la concejalía de área y la concejalía de infraestructuras, que debían haberlo explicado personalmente a los vecinos, mediante una reunión convocada debidamente, y no como ha sucedido, buscando exclusivamente el agotamiento o resignación de los vecinos, de manera que lo esperado era que se hubiera propuesto un plano urbanístico lógico del lugar, dejando más zona de esparcimiento y ofreciendo nuevas posibilidades de espacios verdes, anulando el apéndice sin sentido de la anterior. Además de este gran fallo de diseño, que salta a la vista, también ha habido fallos técnicos en zonas de dicha plaza que no se remodelaron de forma correcta y están haciéndose añicos, además de una serie de reivindicaciones sobre los puntos de recogida de agua, que no se han realizado.

De momento lo que tenemos es la perdida de todo espacio verde anterior, la pérdida de un planteamiento arquitectónico armonizado y acorde con la petición de una mejor recogida de agua. Pero seamos positivos hemos ganado mucha luz y una plaza de aparcamiento al lado de una rejilla de alcantarillado, eso sí, por lo menos no se nos cae la plaza a trozos y el acceso es universal, porque ahora tenemos un precioso solar de cemento.

Así pues, seguimos con el cuento de la cenicienta porque es muy ilustrativo:

Entonces lo que Santa Lucia pensaba que iba a ser un precioso vestido de gala se ha traducido en una bata-manta, ¿Quién lo hubiera dicho?


Vean y pasen

Ahora prepárense para imaginar el cuento de una manera algo diferente… Entrando al festival de barrios y diputaciones que organiza las elecciones a la alcaldía, pongámonos en situación y sin hada madrina que nos salve del ridículo:

Van entrando los barrios de Cartagena con sus nuevos trajes de fin de legislatura y le toca el turno a Santa Lucia que es anunciada por el presentador a bombo y platillo, pero justo antes han pasado las representantes del puerto y del centro.

-para más recochineo y porque son las hermanastras en este cuento-:
 
- ¡Ahí va Santa Lucia, la más castiza de Cartagena, con sus uñas bien hechas, recién salida de la peluquería, con unas chanclas nuevas y una bata, que bien vestida va para lo poco que es!

En esta ocasión una vez más los políticos han hecho pasar un ridículo a Santa Lucía, pero ¿Cómo termina el cuento? A diferencia de la cenicienta de toda la vida, nuestra cenicienta tiene un baile cada cuatro años y una A.VV que seguirá buscando soluciones, y lo que ocurra con nuestra protagonista sólo depende de los ciudadanos y se puede cambiar sin hacer magia, únicamente con una buena política de buenos políticos.

En definitiva, sólo con la voluntad de hacer las cosas bien.
 
 

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