Muchos 'bárcenas' y pocas actuaciones ejemplarizantes

Escrito por Carlos Illán. Jueves, 24 de enero de 2013.

Recuerdo aquellos años en los que Haciendo lanzó el lazo a famosos (Lola Flores, en otros ejemplos) y consiguió crear un miedo social a defraudar y algunos lo pasaban peor soñando con el fisco que si tuvieran pesadillas con Fredy Krueger. Simplemente, se buscaban iconos de referencia para que sirvieran como ejemplo a la gran mayoría de ciudadanos. Sin embargo, hoy en día el panorama es muy diferente.

Desde mi punto de vista, la democracia es tan maravillosa como imperfecta en los tiempos actuales. Desde hace tiempo está plagada de políticos que han conseguido 'enmarranar' su gremio y de grandes directivos y personajes que han engordado de forma espectacular sus cuentas. Ahora está de moda Bárcenas, el ex tesorero pepero, pero creo que hay muchos 'bárcenas', demasiados, repartidos por la geografía nacional. También lo piensa mucha gente, que además tienen la sensación de que lo que ahora parece un escándalo luego no tendrá, ni por asomo, un castigo proporcional.

La Ley española, muchas veces, mira más por los 'malos' que por las víctimas y la realidad es que personajes que la han hecho muy gorda (Tejero, por ejemplo) no han recibido la pena que socialmente se pensaba. Es cierto que hubo hasta un gobernador del Banco de España que estuvo entre rejas, pero las noticias que han llegado a los ciudadanos durante todos estos años es que la impunidad predomina y que los 'peces gordos' siempre se comerán 'a los chicos', como ha sucedido en todas las épocas. Es decir, si la haces a gran nivel, muy posiblemente te libres, pues tendrás grandes abogados y podrás recurrir y recurrir. Sin embargo, si como vulgar ciudadano cometes un desliz, lo vas a tener difícil, incluido el capítulo de pagar unas tasas abusivas y para muchos 'anticonstitucionales'.

Además, mientras unos 'preñan' sus cuentas bancarias, a la mayoría de vecinos nos 'sangran' las economías con las subidas de recibos, impuestos, multas, etc. Unos se aprovechan de su (poderosa) situación y de otros se aprovechan de su (modesta) situación.

Falta justicia poética social (por muy utópico que suene) y faltan actuaciones ejemplarizantes. Mientras no ocurra, es muy normal que los 'bárcenas' campen a sus anchas ante una sociedad que los ven de lo más normal. Triste, sin duda, para una democracia.

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