¿Quiénes sufren las restricciones?

Escrito por Carlos Illán Ruiz. 3 de noviembre de 2020, martes.

Este fin de semana ha sido muy clarificador. Por un lado, el día de 'Todos los santos' vimos los cementerios con muy pocas personas porque la llamada de las autoridades de escalonar visitas se había cumplido. Por contra, la Región ha registrado disturbios callejeros, fiestas a escondidas y numerosas sanciones por saltarse las normas establecidas para luchar contra el coronavirus. El quid de la cuestión es evidente que está en el segundo grupo y la pregunta es: ¿Cómo se controla a los irresponsables?

Ya dije en un artículo de hace unos meses que la vacuna contra el imbécil no existe ni se inventará. Los 'gilicovid' siguen campando por la sociedad del coronavirus a sus anchas. Quizás no sea así, pero lo parece. Han pasado muchos meses y ahí siguen, sin miedo a hacer su vida... caiga quien caiga. Y mientras, todo el cansino debate sobre la pandemia se centra una y otra vez en qué nueva medida restrictiva se aplica, incluso cuando todavía no se conoce el efecto de las que se han aplicado escasos días atrás. Valga el ejemplo de que aún es pronto para conocer los resultados del 'toque de queda' y del cierre perimetral de municipios cuando ya se pregunta y debate una y otra vez por parte de bastantes medios informativos sobre un nuevo confinamiento total. Si llega el momento y se considera que hay que hacerlo, que se haga, pero mientras esperemos cifras antes de 'acojonar' a tantas personas que sufrirían sus (letales) consecuencias económicas.  

Lo que estoy viendo es que las restricciones están afectando especialmente a los que sí cumplen, que es la mayoría de españolitos. No parece justo, pues mientras los 'gilicovid' siguen ahí. ¿Cómo se les frena? Ahí es donde creo que se deben centrar buena parte de los esfuerzos, en conseguir que teman saltarse las normas. Creo que todavía nadie (al menos que conozca) ha pagado las sanciones que se le impusieron en el anterior Estado de Alarma y veo como los arrestos de estas fechas quedan en condenas bondadosas.

Un servidor, merced a sus canas, recuerda cómo hace años Hacienda (ahora Agencia Tributaria) inyectó temor a los españoles con las declaraciones de renta y pago de impuestos actuando contra famosos de la época de sonora forma pública, como fue Lola Flores, entre otros. La cuestión era de dejar claro que quien defrauda lo paga y tuvo su efecto. No estaría mal que en estos tiempos circulasen noticias ejemplarizantes sobre lo que le ocurre al quien desobedece las leyes y pone en peligro a la ciudadanía.

Mientras no se frene a los 'malos', las medidas restrictiva las sufrirán especialmente los 'buenos' y así sí que llegará la solución más fácil: otra vez todo escondidos como topos. De esa forma, y mientras llega la ansiada vacuna, seguiremos sin saber combinar la actividad social con la protección ante el (maldito) virus.

Sin embargo, lo mismo resulta que estoy equivocado y que todo lo que se está haciendo por parte de todos es 'ferpecto'.

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