¡Y llega la noche la ‘purga’!

Escrito por Carlos Illán Ruiz - 21DEhoy agenCYA. 22 de junio de 2022 - MIÉRCOLES.

El vandalismo siempre ha existido, pero su peligrosidad cada vez va a más y lo de ‘la reyerta de La Urba’ sirve para que muchos reflexionen. Hemos llegado a un punto que tiene más miedo el vecino de denunciar actos vandálicos que un delincuente encontrarse con la policía. ¿Por qué? Quizás, porque nuestro sistema judicial es más bondadoso con el ‘malo’ que con la víctima, pero, creo, buscar a esta situación su debido cauce sea cosa de todos, aunque antes hay que afrontar noches como las de San Juan y Halloween, que algunos ya bautizan como las de ‘la purga’, por la película con ese título, en las que el vandalismo se dispara. ¿Es normal este panorama? Pues, no.

Ya cada vez es más habitual conocer casos en los que está involucrado un ‘coleccionista de arrestos y detenciones’. ¿Por qué sigue delinquiendo? Es obvio que no tiene miedo a hacerlo.

Recuerdo, por enésima ocasión, que cuando el ser humano decidió vivir en sociedad, estableció unas normas de comportamiento, creando cuerpos para vigilar su cumplimiento y leyes para castigar a los que se salían. Así de simple es el origen de las leyes.

Sin embargo, en el terreno del vandalismo y la delincuencia callejera, el paso de los años nos ha llevado a una situación que no tiene sentido en el que todos (incluidos los medios de comunicación) hemos puesto nuestro granito de arena, aunque señalemos a otros como más responsables. No estaría mal recapacitar y comenzar porque los legisladores establezcan leyes más duras y porque los que las ejecutan (los jueces) fuesen más contundentes dentro de la horquilla que tienen en su aplicación. Vamos, que quien ‘la hace’ no tenga ganas de volver a hacerla. Todo ello unido a un mayor número de efectivos de Policía Nacional y Guardia Civil, principalmente, con el apoyo de las policías locales, para crear una sensación de seguridad y tener una mayor capacidad de reacción. Eso sí, con valor, que alguna vez ha fallado. Encima, si aprovechamos las tecnologías del siglo XXI y multiplicamos las cámaras de vigilancia en determinados lugares, pues mejor que mejor. La cosa es que los ‘malos’ no estén cómodos, como sí parecen estar ahora. Y, por supuesto, por la parte que me toca como informador, que a nivel mediático también se genere una condena social.

Son ideas y, por tanto, mejorables, aunque reconozco que no sé si servirán para algo, pero lo que no podemos consentir es que el vecino esté cada vez más amenazado por si un día al quemar un contenedor arde su coche o si unos gamberros le golpean por no querer darles el bolso. Y lo más simple, que no se atreva a llamar la atención a quienes están con la música alta, están con las motos acelerando delante de su casa o le están tirando huevos. Que conste que he puesto estos ejemplos porque son reales de situaciones que han derivado en un mal mayor para los ‘llamantes’. ¿Cuándo murió el significado de la palabra ‘seguridad ciudadana’?

Y tampoco es normal que ya se empiece a ver con normalidad que ‘las noches de la purga’, que son San Juan (con sus petardos) y Halloween, los vándalos den rienda suelta a quemar contenedores y causar destrozos. Lo han sufrido en el Polígono Santa Ana, en La Vaguada, en Nueva Cartagena, en Urbanización Mediterráneo… y más núcleos de población, principalmente urbanos. Ahora ya no estamos en debatir cómo se ha llegado a esta situación. Si la educación en las casas ha sido la correcta o si las compañías son malas influencias es cuestión de un capítulo preventivo, pues lo que ahora urge es ‘para los pies’ a quienes ‘se han subido a nuestras barbas’. El primer paso hacia la solución debe venir desde arriba, de quienes nos gobiernan, que para eso los hemos votado. Luego todos tendremos que arrimar el hombro.

No sé si he exagerado en mi visión de un grave asunto para la convivencia social. Lo mismo resulta que no hay que cambiar nada porque todo está ‘ferpecto’. De verdad, pienso que se puede hacer mucho más”. 

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